“... Hemos
guardado un silencio bastante parecido a la estupidez...”
(Proclama insurreccional de la
Junta Tuitiva en la ciudad de La Paz, 16 de julio de 1809).
Autor: Eduardo Galeano
Tema(s): ensayo
Idioma: español
Artista de la cubierta: José Guadalupe Posada
Editorial: Catálogos
País: Uruguay
Fecha de publicación: 1971
Páginas: 379
Todos los días se escuchan en los medios la palabra
imperialismo, (en los medios de información públicos no tanto), pero en internet y sobre todo en los portales
de noticias independientes, esa palabra es bastante común en sus redacciones,
una palabra a la que no se le pone atención pero es un fenómeno que no nos debería ser indiferente
ya que en la actualidad el imperialismo sigue dominando nuestras vidas, en
diferentes tonos, matices o formas, que en esencia es lo mismo el control que
una nación poderosa ejerce sobre una más débil.
-La división internacional del trabajo
consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra
comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó
en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se
abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron
los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones. Este ya no es el reino
de las maravillas donde la realidad derrota a la fábula y la imaginación era
humillada por los trofeos de la conquista, los yacimientos de oro y las
montañas de plata. Pero la región sigue trabajando de sirvienta. Continúa
existiendo al servicio de las necesidades ajenas, como fuente de reservas del petróleo y el hierro,
el cobre y la carne, las frutas y el café, las materias primas y los alimentos
con destino a los países ricos que ganan consumiéndolos, mucho más de lo que
América Latina gana produciéndolos. Son mucho más altos los impuestos que
cobran los compradores que los precios que reciben los vendedores; y al fin y
al cabo, como declaró en julio de 1968 Covey T. Oliver, coordinador de la
Alianza para el progreso, “hablar de precios justos en la actualidad es un
concepto medieval. Estamos en plena época de la libre comercialización...”
El imperialismo es la doctrina política que justifica la
dominación de un pueblo o Estado sobre otros; habitualmente mediante distintos
tipos de colonización (de poblamiento, de explotación económica, de presencia
militar estratégica) o por la subordinación cultural (aculturación).
Nuestros sistemas de inquisidores y verdugos
no sólo funcionan para el mercado externo dominante; proporcionan también
caudalosos manantiales de ganancias que fluyen de los empréstitos y las
inversiones extranjeras en los mercados internos dominados. “Se ha oído
hablar de concesiones hechas por América latina al capital extranjero, pero no
de las concesiones hechas por los Estados Unidos al capital de otros países ...
es que nosotros no damos concesiones”, advertía, allá por 1913, el
presidente norteamericano Woodrow Wilson.
En 1492 Cristóbal Colon, con un grupo de expedicionarios,
arribo a la isla de Guanahani, representando a los reyes católicos de España. Cristóbal
Colón creía que había llegado al continente asiático, denominado por los
europeos Indias y murió sin saber que había llegado a un continente desconocido
por los europeos.
Ese fue el principio de la brutal explotación de América
latina que hasta el día de hoy sigue causando estragos, el poseer muchas
colonias era para las potencias de esa época símbolo de poder y bonanza, en el
imperialismo ejercido por los países europeos durante los siglos XV y XVI, se
debe hacer notar la lucha que sostuvieron las potencias imperialistas por el
dominio de los territorios conquistados, cuya población estaba formada por
personas de culturas muy diferentes y en gran desventaja frente a los
conquistadores.
A inicios del Siglo XIX ya circulaban por toda América aires
y movimientos liberales e independentistas, inspirados por las exitosas
revoluciones francesa y estadounidense, así como por el creciente descontento
de los habitantes de las colonias por el trato y explotación recibidos por las
potencias colonizadoras.
Luego de una serie de sangrientas batallas, luchas internas y maniobras políticas en los que Haití quedaba en el medio de los intereses de las confrontadas potencias inglesas y francesas, Toussaint Louverture consolidó su liderazgo sobre colonia francesa en la parte occidental de la isla Hispaniola a finales del siglo XVII e inició el siglo XIX invadiendo y ocupando la colonia española en la parte oriental de la isla en enero del 1801 y renegando del dominio francés. Napoleón Bonaparte no toleraría tal afrenta y enviaría a su cuñado Leclerc, al frente de una poderosa escuadra de más de 80 embarcaciones y unos 58,000 soldados para someter a la colonia nuevamente al dominio francés. Toussaint es derrotado y muere un par de años más tarde en Francia. Pero la semilla de la independencia estaba sembrada firme en el corazón de la antigua colonia de esclavos y tras una nueva lucha sangrienta, declaran su independencia en 1804 como República de Haití.
Luego de una serie de sangrientas batallas, luchas internas y maniobras políticas en los que Haití quedaba en el medio de los intereses de las confrontadas potencias inglesas y francesas, Toussaint Louverture consolidó su liderazgo sobre colonia francesa en la parte occidental de la isla Hispaniola a finales del siglo XVII e inició el siglo XIX invadiendo y ocupando la colonia española en la parte oriental de la isla en enero del 1801 y renegando del dominio francés. Napoleón Bonaparte no toleraría tal afrenta y enviaría a su cuñado Leclerc, al frente de una poderosa escuadra de más de 80 embarcaciones y unos 58,000 soldados para someter a la colonia nuevamente al dominio francés. Toussaint es derrotado y muere un par de años más tarde en Francia. Pero la semilla de la independencia estaba sembrada firme en el corazón de la antigua colonia de esclavos y tras una nueva lucha sangrienta, declaran su independencia en 1804 como República de Haití.
Eduardo Germán María Hughes Galeano (Montevideo, 3 de
septiembre de 1940), conocido como Eduardo Galeano, es un periodista y escritor
uruguayo, ganador del premio Stig Dagerman. Está considerado como uno de los
más destacados escritores de la literatura latinoamericana.
Sus libros más conocidos, Memoria del fuego (1986) y Las
venas abiertas de América Latina (1971), han sido traducidos a veinte idiomas.
Sus trabajos trascienden géneros ortodoxos, combinando documental, ficción,
periodismo, análisis político e historia.
Las venas abiertas de América Latina, es un ensayo de
Eduardo Galeano, el autor nos da un extenso repaso por la historia de América Latina,
desde la colonización europea hasta la América contemporánea, nos da un
recorrido a través de crónicas y narraciones del saqueo y explotación por parte
de los imperios coloniales entre los siglos XVI y XIX, y los Estados
imperialistas, el Reino Unido y los Estados Unidos principalmente, desde el
siglo XIX en adelante.
Eduardo Galeano se ha caracterizado por ser uno de los
iconos de la izquierda internacional más sobresalientes, pues su lucha social
la ha llevado a cabo desde que era muy pequeño: él nace en Montevideo, Uruguay,
en 1940. Sus primeras incursiones en el periodismo las realiza cuando tiene él
apenas trece años de edad, en un periódico socialista llamado El Sol donde
solía publicar caricaturas.
No obstante, éste fue
sólo el comienzo, pues de “1961-64, fue director de la publicación diaria
Época, y fue jefe de redacción del semanario Marcha”. Para 1973 tiene que
exiliarse de su país, ya que fue objeto de represión debido a su trabajo
periodístico, el cual estaba cargado de tintes socialistas. Esta situación lo
conduce a Argentina donde no se tardó mucho en catalogarlo como persona no
grata debido a que en este país fundó y dirigió una revista a la que llamó
Crisis.
Pasó un tiempo bastante considerable en España (1976-1986)
hasta que pudo regresar a Uruguay cuando se instaló en esta nación un régimen
democrático en las manos de Sanguinetti.
La literatura de Galeano contiene fuertes dosis de política y economía; sin embargo, lo que la hace tan especial y quizá polémica sea el hecho de que este escritor narra, relata o hace crónica de las vivencias de las clases sociales menesterosas
En Las Venas, el pasado aparece siempre convocado por el
presente, como memoria viva del tiempo nuestro. Este libro es una búsqueda de
claves de la historia pasada que contribuyen a explicar el tiempo presente, que
también hace historia, a partir de la base de que la primera condición para
cambiar la realidad consiste en conocerla.
La obra del escritor uruguayo también ha cosechado varias
influencias en lo musical.
Esta Obra literaria se convirtió en una obra arquitectónica
cuando Oscar Niemeyer inauguró, el 18 de marzo de 1989, el complejo cultural
desarrollado por el antropólogo brasileño Darcy Ribeiro, el Memorial de América
Latina, con el objetivo de ofrecer exposiciones alusivas a la cultura
latinoamericana. La escultura de “la mano” ubicada en el Memorial de América
Latina, es una mano izquierda gigante que en su palma deja ver el mapa
ensangrentado de América Latina, como emblema de la historia de este continente
brutalmente colonizado, que aún sigue luchando por la identidad y la autonomía
cultural, política, social y económica de sus pueblos.
En 1992, el músico argentino de folk-rock León Gieco
menciona a Galeano en su popular canción «Los Salieris de Charly», de su disco
Mensajes del alma, y en el video de la canción, dirigido por José Luis Massa,
aparece la portada del libro cuando se menciona al escritor.
En 1994, la banda mexicana Tijuana No! incluye el título del
libro en una estrofa de su canción "La esquina del mundo".
En 1995, el libro inspira a la agrupación argentina Los
Fabulosos Cadillacs, a grabar para su álbum Rey Azúcar, la canción del mismo
nombre del libro: Las venas abiertas de América Latina con una letra basada en
el mensaje cultural e ideológico de la obra, y en cuyo video dirigido por Pablo
Vanasco también aparece un pensamiento de Galeano.
También se hace referencia en canciones como
"Sudamérica II, "El Fracaso Regional" interpretada por la banda
argentina Shaila.
En 1996, Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y
Álvaro Vargas Llosa publicaron el ensayo Manual del perfecto idiota
latinoamericano - prologado por el premio Nobel Mario Vargas Llosa - que
dedicaron al libro de Galeano como su antítesis y una respuesta a sus supuestos
errores.
En la V Cumbre de las Américas, Hugo Chávez, Presidente de
Venezuela, le regaló un ejemplar del mismo al Presidente de Estados Unidos,
Barack Obama, convirtiéndolo de la noche a la mañana en uno de los primeros en
la lista de ventas en el sitio web Amazon.com
Un libro bastante elogiado y criticado ya sea por su exageraciones o desprestigiado por la elite, pero que de cierta manera vale la pena leer ya que los que viven en América Latina, son los únicos que saben totalmente la falsedad o realidad de este texto.
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